Y son esas cosas de la vida

Me decís que no soy para vos,
que lo que sucedió quedó guardado
y hoy no hay lugar para revancha.

Mañana tampoco.

Enloquecí por tratar de decirte que era para siempre,
y nunca lo creíste.
Vagué por la ciudad
intentando encontrarte en alguna mirada,
llevando mi ilusión en cada tren del que partí.

Te sentí cada vez que volviste
te sentí cada noche en vela
te sentí detrás del teléfono
te siento.

siempre hay un hijo de puta

a la vuelta de la esquina o en otro continente

a mi lado o con ella

uno es como se maneja en la vida

no tenías derecho a arruinar mi vida

el golpe no debía ser tan fuerte

a esta altura no se si todo vuelve

no se si al final ganan los buenos

aunque mis ojos sean mas lindos cuando lloro

aunque la ilusa siempre desee el bien

mis amuletos nunca sirvieron