El tiempo pasa y no perdona. Tu recuerdo es algo que está impreso a mis días de la manera más dura.
Cuando me pasan cosas malas, cuando el mundo está en mi contra; me acuerdo de vos. Y en medio del dolor me pregunto dónde estás, por qué no me estás cuidando como alguna vez me prometiste.
Cuando estoy feliz, cuando estoy riendo con amigos, me acuerdo de vos. Y también me pregunto dónde estás.
A veces tengo la sensación de que estás pensando en mi, desde algún lugar de tu vida, como uno de esos mecanismos raros que tiene la ilusión para pensar que todavía vale la pena. Pero el día a día es inevitable, y cuando vuelvo destruida a la noche en ese vagón y miro por la ventana, con la realidad golpeándome la cara se que es una más de mis fantasías.
Y es rara esa necesidad de brillar que tengo, porque es la única manera que puede haber luz en mi vida.
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